¿Cómo llevarme bien con mi oficial bancario o inversionista para lograr financiamiento?

La misión que tengo a diario desde L.P. Consultora, es lograr que los empresarios dejen el temor de solicitar crédito o pedir inversión.

Esto nace en la frustración que presencié en los clientes que llegaban a las oficinas de los bancos durante los más de veinte años que llevo de carrera bancaria y los otros tantos en los que trabajo como consultora empresarial.

Como parte del personal del banco debo confesar que difícilmente podía entender la dificultad que para nuestros clientes representaba el encontrar negativas desde el primer contacto. Ya sea porque los requisitos no estaban bien presentados o porque los documentos tampoco se encontraban dispuestos según las políticas de cada institución. No se digan los demás inconvenientes encontrados durante el proceso de aplicación de crédito.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme que más del 85% de aplicantes no logran superar las primeras fases de la solicitud de crédito.

De allí que la frase: ¡Es que, pedir un crédito en Ecuador es imposible! Se convierte en una cruz insufrible y casi cien por ciento real. ¿Quién es el responsable?. ¿El banco o el aplicante?. La respuesta más adecuada es que los dos.

Sin embargo el Banco cuenta con sus propios especialistas en análisis financiero, avalúo, inteligencia de datos, especialistas en desarrollos de proyectos en algunos casos, plataformas automatizadas que modelan escenarios en cuestión de segundos y además reglamentos y políticas que lejos están de la realidad del cliente de a pie.

El pequeño o mediano empresario está enfocado en fabricar o proveer productos y servicios en las mejores condiciones para garantizar el ingreso; quiere decir que debe resolver una serie de retos para cumplir con su cliente y no cuenta con personal dedicado administrar el aspecto financiero de la empresa, que por supuesto está directamente relacionado con el control de costos e ingresos y con abrir los ojos para identificar, ciertas eficiencias que deben ser aplicadas para enfrentar oportunidades o riesgos no calculados.

Cuando el empresario necesita dinero se enfrenta a una muralla poco amigable en general, gente extraña que menciona términos difíciles de entender y hasta en inglés. Además de requisitos interminables y tiempos de proceso que no coinciden con las emergencias y necesidades de fondeo que tiene la empresa.

En este punto debo honrar instituciones financieras que al contrario sí, se esfuerzan por eliminar este inconveniente y además logran fidelizar clientes por atenderlos como se merecen y acompañarlos durante el proceso hasta que logren sus objetivos. De todas maneras mucho más tenemos que hacer para que el acceso a crédito e inversión no sea tan difícil en nuestro país, así como para elevar la cultura de manejo financiero responsable por parte de los empresarios para que resultemos beneficiados todos.

Entre las principales recomendaciones que hago a mis clientes están:

  1. Diagnosticar detalladamente su situación financiera y modelo de negocio.
  2. Desglosar los costos y gastos no solo presentes. Es necesario contrastarlos con los de hace tres años para encontrar patrones que los lleven a formular estrategias.
  3. Entender el porqué de los procesos y estructura de personal con el que operan y analizarlos respecto a la demanda actual de productos o servicios que experimentan. En general estos procesos no se actualizan, si fuera el caso se los diseña en un principio y están plasmados en un documento que fue escrito en algún momento del “había una vez”. Pero jamás se los vuelve a revisar.
  4. Identificar estrategias comerciales que han sido ejecutadas y los resultados que arrojan para saber si es necesario o no, cambiar la dirección.
  5. Diagnosticar el grado de automatización de la empresa y considerar un presupuesto para lograrlo. Si las empresas no engranan en la cuarta revolución industrial de la tecnología de punta y el dominio del análisis de datos para lograr ventajas en tiempos y costos entre otros beneficios, difícilmente prevalecerán en el tiempo.
  6. Entender cifras sobre penetración en mercado local e internacional.
  7. Evaluar si existen en ejecución, programas de responsabilidad con el medio ambiente y con la población que subsiste alrededor de sus fábricas, oficinas e instalaciones. Dejar la indiferencia de lado y preocuparse por mantener este mundo mucho mejor de lo que lo encontramos, de eso se trata.

Este último aspecto abre las puertas a nuevos tipos de inversionistas, interesados en aportar capital a empresas conscientes, que efectivamente crecen y a su vez mejoran el medio en el que operan.

Puedo hablar de muchos otros detalles pero estoy en el punto en el que leer más probablemente te aburre y que resulta mucho mejor que me invites a tomar una taza de café, para conversar de todo lo que podríamos trabajar respecto a tus proyectos y expectativas.

Trabajar en equipo con personal de experiencia en aspectos que no dominas hará la diferencia en los resultados. Es verdad que requieres recursos que nunca son suficientes para costearlo y tiempo que también es escaso.

A pesar de ello resolver un proyecto estratégico que genera gran impacto y enfocarse en la tarea hasta implementarlo, puede resultar vital.

No le tengas miedo al banco ni al inversionista , trátalo como lo harías con tu mejor amigo.

Te sorprenderás del resultado.

Artículos de nuestros clientes de #Outplacement

Redactado por: Laura Páliz, Fundadora y Consultora Senior en L.P. Consultora

Laura es especialista en Finanzas y Negocios Internacionales, puede brindar consultoría en Procesos Bancarios y Financieros.

www.lpconsultora.com

Puedes ponerte en contacto con Laura al teléfono (+593) 98 722 2222 o al email: lpaliz@lpconsultora.com

×