Aprendizajes para un adecuado “Teletrabajo”
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- 05/04/2020
Mantener el orden, controlar la ansiedad, aprender a pedir perdón… Los errores que se producen al trabajar desde casa los podemos convertir en aprendizajes
En un esfuerzo por ayudar a los trabajadores y a la población en general a combatir la propagación de COVID-19, muchas compañías han pedido a sus equipos que trabajen desde casa, cuando su línea de negocio se los permita. Esto, a priori, tiene sus ventajas, no más desplazamientos diarios, no arreglarnos demasiado y tener acceso a la refrigeradora 24/7.
Una vez que desaparece la emoción inicial de trabajar desde casa, esta situación prolongada en el tiempo puede ser desalentadora y afectar tanto a nuestra vida personal como laboral. “La vida profesional tiende a comerse la vida personal” En mi caso, soy comunicador social y diseñador gráfico, estoy acostumbrado al teletrabajo, pues he desempeñado varias funciones de manera “freelance” algunos años. Pero tengo que admitir que en muchas ocasiones he mezclado estas “dos vidas” (demasiadas veces incluso) y he sufrido graves consecuencias en ambas. Horarios desajustados, exceso de comida chatarra, problemas para concretar un proyecto en los tiempos establecidos, dormir muy poco para terminar a tiempo, entre otros gajes del oficio. Ahora tengo la oportunidad de compartir mi experiencia con mi equipo de trabajo.
Estos son los principales aprendizajes que rescatamos con nuestro equipo, a la hora de asumir el reto de teletrabajar durante esta crisis y no acabar con la productividad.
- Un cuarto aislado. Una casa, en el fondo son ‘cuatro paredes’ por lo que, trabajar desde la sala de tu hogar, hace que tu casa entera se convirtiera en una oficina. Esto es un grave error si hay más personas trabajando pues es un espacio en el que no se puede jugar, ni hablar, porque siempre puedes molestar al otro. Es recomendable aislar un cuarto para trabajar y prepararlo a conciencia para que se asemeje a un entorno laboral.
- Ducharnos según suena el despertador. Uno de los primeros errores que solemos cometer cuando empezamos a teletrabajar es aprovechar para dormir un poquito más, para hacer cosas de la casa, para ver la tele, etc. Son estas interrupciones las que matan la productividad. Es por ello por lo que es importante establecer hábitos como por ejemplo ducharnos según suena el despertador. Este puede ser un buen disparador para generarnos la rutina de volver a tener los mismos rituales que teníamos en la oficina.
- Teléfono dentro del cuarto. Otro de los inconvenientes que presenta el teletrabajo si no nos lo planteamos correctamente es el uso del móvil a cualquier hora y desde cualquier rincón del hogar. Determinar un único espacio para realizar tus llamadas de trabajo con tus clientes y colaboradores, genera conversaciones de menor duración y más profesionales, sin perder el hilo objetivo por el cual se realiza dicha llamada.
- Cuidado con atacar la nevera. Uno de los principales efectos físicos del teletrabajo es el aumento de peso al que generalmente va asociado. El truco que ofrecen los expertos para no engordar es ‘no pasar hambre’. Es decir, lo que los nutricionistas dirían: ‘comer mucho, pero de lo que no engorda’. En mi caso “Descubrí que cuando me vienen las ganas de comer papas fritas, es ansiedad, así que preferible consumo una fruta (o tortillas de maíz) y se me va la ansiedad y las ganas de comer algo “chatarra”.
- Limpiar en el instante. Teletrabajando la casa se suele ensuciar más y mucho más rápido. La regla de limpiar y recoger después de los desayunos/comidas/cenas no suele funcionar. El hogar se vuelve a ensuciar enseguida y la vida familiar se resiente mucho porque siempre hay alguien que recoge más. Es por ello por lo que aplicar la máxima de que, si vemos algo sucio, debemos limpiarlo en ese mismo momento, esto funciona. Sorprendentemente nos daremos cuenta de que así dedicaremos menos tiempo a limpiar.
- Aprender a pedir perdón. La convivencia familiar y el teletrabajo es muy complicada. Sabiendo por adelantado que van a surgir roces, la gran mayoría de las veces intentamos pedir perdón al instante.
- La positividad es nuestra mejor arma. Y como la fastidiamos más que antes, también nos culpábamos más que antes y se empezaba a ver todo un poco más negro. Con teletrabajo, es normal que haya más roces. Así que empezamos a forzar un poquito más la positividad, para así generarnos el hábito y que en nuestra casa haya energía positiva.
¿Qué más podemos aprender del teletrabajo?
El resto de los aprendizajes, son los mismos que en la oficina. Durante el trabajo hacer reportes, retrospectivas, trabajar con las herramientas adecuadas, intentar mirar lo mínimo WhatsApp y redes sociales (a menos que sea en función de nuestras actividades laborales). Mientras que después del trabajo, debemos hacer deporte, llamar a amigos y familia, y no trabajar el fin de semana o, al menos, intentarlo… Aunque seamos sinceros, si quieres alcanzar el éxito y tus propias metas son más grandes, puede que decidas sacrificar un poquito más de tu tiempo personal para brindar un producto final de calidad, quizás muy superior al que esperen tus clientes.
Tomado de RRHH Digital, colaboración de SumaCRM
Adaptado por Andrés Carrión